Todavía no hay fecha ni sede oficial de la Finalissima. Lo que ya se sabe es que se jugará en el 2025 y que están confirmados los campeones continentales que animarán el partido: España, vencedor de la Eurocopa, y Argentina, ganador de la Copa América. Por eso en Olé analizamos estadística y futbolísticamente a ambas selecciones recién consagradas y antes de lo que promete ser un verdadero partidazo.
El mejor de Europa
Les ganó a todos. En su camino al título, la España de Luis De la Fuente superó, entre otros, a cuatro campeones mundiales. Italia, Alemania, Francia e Inglaterra se vieron sobrepasados por el fútbol que desplegó el seleccionado español. Una España que respetó el estilo que la identificó en los últimos 20 años pero que con este entrenador le agregó una mayor dosis de verticalidad al tradicional juego de posesión y posición. Combinó a un maduro Rodri en el eje para manejar los ritmos de su equipo con dos jóvenes como Lamine Yamal y Nico Williams que les dieron otra impronta y frescura a los ataques. Es decir, orden en el centro del campo y caos por las bandas. Un mix letal para todos sus rivales.
Yamal y Williams, aire fresco para el ataque de España.
El 4-3-3 de De la Fuente desde el arranque del torneo pasó a un 4-2-3-1 a poco del inicio del partido con Alemania por los cuartos de final cuando perdió a Pedri por lesión. Con el ingreso de Dani Olmo, detrás de Morata, el DT armó un doble cinco con Fabián Ruiz al lado de Rodri. El cambio no afectó el nivel de juego del equipo. Al contrario. Con Olmo, decisivo en tres cuartos, España tuvo un mayor peso ofensivo.
Dani Olmo entró tras la lesión de Pedri y fue decisivo para el título.
En las estadísticas, la selección española demostró por qué fue la mejor. Arañó el 60% de posesión por partido (58,4%), promedió 576 pases por encuentro con una efectividad del 89,5% y pateó 17 tiros por partido, de los cuales 6 fueron al arco y 2 de ellos, por encuentro, terminaron en gol.
El mejor de América
Hasta las semifinales, Colombia había sido la selección que mejor había jugado en esta Copa América. Pero en el partido decisivo, Argentina sacó la chapa de campeón del mundo y exhibió su mayor oficio y jerarquía para imponerse y defender el título conseguido en el 2021 en Brasil. En el duelo más importante afloraron las virtudes de la Selección dirigida por Lionel Scaloni aunque su recorrido por todo el torneo, ante rivales claramente inferiores, lo hizo a un ritmo y nivel de juego por debajo de las mejores actuaciones del ciclo. Así y todo, le alcanzó con ráfa*gas para consagrarse.
En lo táctico, Argentina no mostró variantes. El dibujo alternó entre el 4-3-1-2 y el 4-3-3. Sin Messi, como ante Perú y en el final del partido ante Colombia, la Selección jugó con extremos. Garnacho en el primer encuentro y Nico González en el segundo fueron por la izquierda y Di María, en ambos juegos, por la derecha.
Sin Messi en cancha, Argentina jugó con extremos.
En cuanto a los números, Argentina, al igual que España, anduvo cerca del 60% de tenencia por partido (promedió 57,6%), dio 518 pases por juego con una efectividad del 86,6%. En cuanto a remates, pateó casi 14 veces por encuentro, en 6 acertó al arco y tuvo un promedio de 1,5 gol por partido.
Frente a frente
En el rubro donde Argentina superó a España es en los duelos ganados por partido: un 51,3% de promedio sobre un 48,2%. En lo defensivo resaltó el campeón de América por sobre el campeón de la Eurocopa. El equipo de Scaloni recibió 9,3 tiros por partido, de los cuales 2,3 fueron al arco y apenas sufrió un gol en seis encuentros. Los de De la Fuente, por su parte, recibieron 10,7 tiros por juego, 3 de ellos al arco y les convirtieron cuatro goles en siete partidos.
Trasladado el duelo al campo de juego resulta atractivo imaginar a los laterales argentinos tratando de anular el 1vs1 que buscaría España con sus extremos. También, cómo buscaría la Selección neutralizar ese primer pase de Rodri. Fue interesante ver en la Eurocopa la postura que tomaron algunos rivales. Alemania intentó tapar al 5 del City adelantando a un volante (Gundogan) mientras que Inglaterra hizo algo similar pero con un mediapunta (Foden).
Rodri, el dueño de la pelota en España.
Por el lado de España habría que ver si mantiene, como es de esperarse, su presión alta para evitar que Argentina construya juego desde el fondo y cómo achica espacios para reducir la capacidad de maniobra de Messi y Cía. ¿La Selección puede contrarrestar eso con envíos largos a espaldas de la última línea rival?
De Paul y Enzo Fernández, buen pie en el mediocampo argentino.
Sería un partido muy táctico entre dos entrenadores que se conocen (De la Fuente fue profesor de Scaloni en la escuela de técnicos) pero también muy técnico, con jugadores de buen pie en ambos equipos capaces de desequilibrar además de futbolistas hábiles tanto para el uno contra uno como para atacar al espacio. En lo estratégico sería una interesante batalla por la tenencia de la pelota entre dos selecciones que aspiran a ser protagonistas y dueñas de su destino. Con estilos reconocibles, más posicional España y más funcional Argentina.
¡¿Cuánto faltará para que jueguen?!
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